LLÉVAME

Llévame en un instante a las azules glorias de tu voz a la prisión de tus dominios y cadenas, exquisitos como tu ser. Trasládame en los afanes más soberanos de tu avidez en un secuestro no avizorado llévame donde solo tú sepas a donde llévame por un túnel lejano a tus antiguas aldeas y viejos deseos en donde no cabe el regreso en donde gritemos la vanagloria de nuestra entera libertad. Llévame al campo más lejano a arar la tierra y dar tiempo a la cosecha a la arena y al ruedo; llévame a soñar en caballos, verónicas y toros vamos… ven y comparte conmigo la vida. Enjaula mi alma y llévame viaja por mis contornos por mis cóncavos y convexos; llévame en un instante que todo está resuelto; llévame sin compasión alguna haciendo gala de mi esplendor embebido de culpa y obsesión. Encadéname con tus brazos y tus piernas envolviéndome cual pulpo enfebrecido; inúndame de ti y de sueños dispuestos sonriamos y sentenciémonos de una vez… Llévame con poesía engañándome como a un niño. Llévame aunque no sepas si partir en el barco de las 12 o en el tren de la madrugada. Llévame y despójame de todo para entregarme eterna a tu absoluto ser.