ECHO DE MENOS

Echo de menos las noches que amé… amando la tibia morada en donde hicimos nuestro reino el fértil espacio en que nos sorprendió el milagro prófugos instantes que se retienen y procuran ser eternos todavía… Echo de menos lo poco que queda de ti amado… tardío… tu regazo, tu piel tu voz luminosa que un día me llamó tuya. Echo de menos escuchar mi nombre en tu boca tímida vanagloriarme en tus cálidos contornos envolver tus dimensiones con los dominios de mis ataduras descubrirnos dichosos tras la huella de la culpa... Madrid de la mano... le contamos lo nuestro, los besos que viajaron mi piel entera, los rincones lejanos que aún nos aguardan las lunas que no han alumbrado todavía nuestras mil noches, y promesas etéreas... Echo de menos palpar tu esencia sobre mi cuerpo abatido, tus grandes manos sirviendo el vino y el caviar, el brindis del alba y tus dos gardenias… ¡Echo de menos las noches que amé! aquello que nos juramos y no lo hemos vivido tan puro y tan fuerte, como seguirte queriendo...