CABELLERO DE LUCES

Caballero de capa y muleta te llevan las palmas a la gloria y tu alma sin cesar busca la muerte en desafío tenaz y penitente que ignora la razón en el ruedo. Alma empecinada, diestro galante, pasión y capote, naturales y verónicas; escribes tu nombre en el tiempo en los agitados abanicos de la plaza donde es imposible detener la música callada de tu toreo. Y ese vaivén entre la vida y la muerte es leyenda que descubre sublime los indultos que acaudalas y las faenas doradas en la rubia arena de Quito. Caballero de ardientes pañuelos de encerronas conmigo casta de costa obsesión y trapío en tus venas exhaltas mis miedos en la barrera, mas se deleitan mis ojos tímidos con el sabor incesante y enamorado de la lucha que combates contra el toro enfebrecido. Tu y yo caballero de luces somos dueños de la eterna faena aspirantes a mil y un puertas grandes en lo que nos sobra de vida.